lunes, 16 de noviembre de 2009

El Autobús


La gente es inocente cuando duerme

¿Cómo cruzar un paraje misterioso para llegar a una ciudad irreal? Si nuestra suerte se opone a la divinidad, entonces dejamos de comprender. Esto es lo que le sucede a Erika, quien tiene una encomienda mística, impostergable. Pero por error se sube al autobús equivocado. Esto desatará la comprensión, primero; ira, después, de Hermann, el chofer quien asume el deber de llevar a los demás pasajeros a curarse de sus males.

A lo largo de ambos actos, podemos apreciar la evolución de Violeta, convencida al principio de su fe y de su necesidad de llegar a Czestochowa. El chofer, por su parte es un personaje maravilloso. Dotado de humor ácido, sádico e invadido a su tiempo por una brutalidad terrorífica será el eje del camino que no lleva a ninguna parte.

A pesar de su defensa, poco a poco Violeta se va quedando sin recursos ni aliados. Los que la creen polizonte o los que la desprecian se unirán para decidir si su suerte será dejarla abandonada o si su destino será quedarse perpetuamente en el bosque. La cobardía de Karl, quien es el único que podría abogar por ella será decisiva para el futuro de la joven creyente y del autobús.

Todos personajes tienen su lugar. Vale la pena ver a Carlos Orozco, una muestra del cliché del mexicano: Distraído, borracho, indeciso, noble, preocupado, con un tremendo humor involuntario y no my alto.

Todos los diálogos parecen estar orientados a moverse en círculos en un espacio atemporal y rodeado de imaginación. Así mismo sucede con los personajes, que parecen estar salidos de una fantasía solitaria, ya que resultan inconexos, pero en eso mismo radica su belleza: En estar juntos a pesar de ser tan diferentes, regidos por Hermann, quien actúa como Júpiter.

Un consejo: Cuando vaya, procure sentarse en la parte de en medio. Aún con el visible trabajo escénico de Carlos Corona, dar la espalda es una constante, sobre todo en los asientos laterales. Por lo demás, es una muestra del buen momento que está pasando el teatro nacional

Twitter.com/frasalazar

Autor: Lukas Bärfuss
Dirección: Carlos Corona
Con: Hernán Mendoza, Violeta Sarmiento, Carmen Ramos, Carlos Orozco, Jacobo Lieberman, Yliana Cohen y Miguel Ángel Vázquez.
Funciones: Lunes y Martes 20 horas
Teatro: El Granero, Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte)
Precios: $150, aplican descuentos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cabe la aclaración de que "Violeta" es la actríz y su personaje se llama "Erika". Claro que si al llamarla Violeta, pretendes hacer ver que la señorita Sarmiento se ha estancado en un mismo "personaje" que vemos tanto en Muerte Parcial como en El autobús...concuerdo contigo.

daviz dijo...

me encantó la obra.